En las Condiciones del Tratamiento firmadas con el Centro Sanitario ITA Salud Mental, figuraba que el niño no podía salir solo del Centro sin permiso. También así lo indicaba el informe que le entregaron los padres al Centro realizado por su anterior psicóloga. El 22 de febrero el niño indicó a su cuidadora que su padre le esperaba fuera y le dejaron salir sin comprobar nada.

Tras haber asistido al Centro únicamente tres días, el 22 de febrero, tras recibir autorización por parte del Centro para salir sin supervisión como figuraba en las Condiciones del Tratamiento firmadas, se suicidó en la vía del metro de Arturo Soria. Al parecer Rodrigo ya había mostrado indicios de su posible tentativa de suicidio, según un informe psiquiátrico, hecho del que era conocedor el Centro Sanitario ITA.

La madre de Rodrigo compartió en internet una desgarradora carta que se hizo viral bajo el hashtag: #graciasaRodrigo. Actualmente tanto el Centro Sanitario ITA Salud Mental, como la psiquiatra que no adoptó ninguna medida de contención tras tratar a Rodrigo y ser conocedora del estado de salud mental del menor, como la cuidadora que permitió que saliera del Centro ITA sin autorización, se encuentran imputados en el Juzgado de Instrucción 18 de Madrid por un presunto delito de homicidio imprudente. El bufete que representa a la familia del fallecido es Martín Herreros Abogados (www.martinherrerosabogados.com / Tel.: 918 15 01 49).

Dicho caso se está tratando actualmente en el Juzgado, con la esperanza de que se haga justicia ante la presunta negligencia cometida por el Centro Sanitario ITA Salud Mental, que se indemnice a los padres de Rodrigo a pesar del dolor irreparable que les ha producido este suceso, y a la espera también de que este tipo de errores no vuelvan a repetirse dado que está en juego la vida de las personas que están a su cargo y un Centro de estas características no debería permitir que ocurran este tipo de negligencias.